Se fueron,
se marcharon,
no volvieron.
Se fueron las gentes
que cada día
a mí venían
con la idea de
beber, lavar o charlar.
Se fueron y no volverán.
Sólo me queda un consuelo
y es que en su día derramé
todo el agua que quisieron beber apagando su sed.
jueves, 12 de marzo de 2009
martes, 10 de marzo de 2009
Suscribirse a:
Entradas (Atom)